Los miembros de la asociación, con hoz, azadón y podadera, han trabajado durante dos días para abrir el sendero en el tramo comprendido entre el paraje conocido como la Isla y el puente de Valladolid o del cementerio.

La antigua senda se había cerrado por falta de mantenimiento y el recorrido era impracticable por deslizamientos de ladera, cambroneras, zarzas, cardos y ortigas en lo que es “un paraje de excepcional valor natural y cultural que siempre ha estado ahí, pero que Arévalo parece haber olvidado”.

Según la asociación, la ruta invita a “disfrutar de un agradable paseo por uno de lugares más bellos y frondosos de la zona”, donde “la sombra de los árboles, el trino de los pájaros y el rumor del agua acompañan durante todo el recorrido”.

Con estos trabajos, ya es posible un paseo por las riberas del Adaja en su totalidad a su paso por el casco urbano de Arévalo, que supone el tramo que va desde los puentes de la estación o de San Julián hasta la Isla por su margen derecho, y desde la Isla hasta la junta de los ríos por su margen izquierdo, donde enlaza con el paseo fluvial del Arevalillo practicable hasta el puente de los Lobos.

Para estrenar el sendero, la asociación organizará el domingo 20 un paseo desde el puente de San Julián hasta la junta de los ríos, con diversas paradas para explicar los valores culturales y naturales del recorrido, así como la lectura de textos clásicos relacionados con la naturaleza.