Cuatro años después de ‘Canciones del valle del Cárcabo’, su nuevo trabajo discográfico también se basa en “canciones hechas a base de músicas sencillas, primitivas, encontradas en esos pueblos en los que viven, pero que miran al futuro en su tratamiento y que no se quedan entre sus montañas sino que aspiran a sonar universales”, según Pedro A. Almeida que toca las guitarras y la zanfona y canta en algunos temas.

Junto a él, Lorena Hernández, voz en casi todas las canciones, además de tocar la flauta travesera y la percusión; y Rodolfo Muñoz, al bajo, la armónica y lap guitar, en una producción que ha contado con la colaboración de destacados músicos y cuya producción ha corrido a cargo de Andrés Vázquez Archdale.

Tras la elegancia del instrumental ‘Marcha del Vítor-La llamada de la tierra’, se encuentran temas que son auténticas “especies silvestres” como ‘El lobo y la zorra’, ‘La zarzamora’, ‘El pajarillo’ o ‘La flor y la coliflor’; junto los versos de Santa Teresa en ‘Enherbolada de amor’; una original ‘Rondeña’; un ‘Despacito, más despacito’ que para sí quisiera algún cantante de moda; o una canción de desamor como ‘Si vas por la carretera’.

Aldea Sonora presenta el disco estos días en localidades del Valle del Tiétar, como el 11 de agosto en Cuevas del Valle.