En el marco de la operación Napoli han desmantelado la banda por su presunta implicación en una treintena de robos perpetrados en Madrid, Burgos, Toledo, Valencia, Zamora, Cuenca y Ávila. Fue en marzo en Arévalo, cuando se produjo u robo en una tienda de telefonía, por lo que el Equipo de la Policía Judicial de la Comandancia de Ávila había iniciado investigaciones.

En el transcurso de las pesquisas se determinaron coincidencias de objetivos entre el delito de Arévalo y los de la investigación madrileña, por lo que se coordinaron las actuaciones para llevar a cabo operaciones simultáneas.

Hace varios meses se produjeron las primeras detenciones por estos hechos, que se continuaron investigando hasta la desarticulación del grupo en su totalidad.

Los delincuentes tomaban exhaustivas medidas de seguridad. En el momento de la detención estaban asentados en barrios de la periferia de Madrid y en la provincia de Toledo, cambiando de vivienda y vehículos con asiduidad.

La investigación referida a Madrid tuvo su origen en octubre tras perpetrarse un robo en una tienda de telefonía móvil de Rivas Vaciamadrid.

Modus operandi

El grupo se trasladaba hasta las diferentes localidades, donde realizaban un estudio pormenorizado del lugar donde perpetrarían el robo, decantándose por tiendas de telefonía móvil, donde utilizaban para los delitos vehículos de alta gama que habían sustraído previamente.

Entre los integrantes del grupo destaca la presencia de varios individuos con gran destreza en la apertura de cajas fuertes, y en el uso de lanza térmica, así como en la manipulación de los sistemas de seguridad.

En sus desplazamientos se caracterizaban por su peligrosidad, ya que en el caso de ser sorprendidos por unidades policiales emprendían la huida a alta velocidad en vehículos de gran cilindrada, sin dudar en embestir a los agentes y provocando gran riesgo. No dudaban en utilizar la conducción temeraria como método disuasorio para evitar que las fuerzas de seguridad detectasen el vehículo cargado con el material sustraído, sacrificando así a alguno de los miembros de la banda que sabían que tras ser detenidos serían puestos en libertad.

Una vez fueron identificados todos los integrantes del grupo, se lograron ubicar seis domicilios, siendo detenidos en el barrio madrileño de Usera-Villaverde y en la localidad toledana de Seseña. Los 17 detenidos, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, suman más de 100 antecedentes, y se les imputan 32 hechos delictivos como robos con fuerza, robo de vehículos y atentado contra agentes de la autoridad.