Llegar a final de mes a veces puede ser una auténtica locura. Facturas, compras, gastos inesperados y sueldos que en ocasiones cifran lo irrisorio forman un cóctel que define el día a día de muchos españoles que se han vuelto unos auténticos expertos en materia de ahorro. Las estrategias para poder pasar esos 30 días sin mirar con miedo la cuenta en el banco a veces parecen una auténtica sesión de funambulismo; pero hay veces en las que, por muy experto que el funambulista sea, puede caerse y recibir el golpe de su vida.

 
Por suerte, para este tipo de ocasiones, hay compañías que hacen de paracaídas para evitar que el golpe sea duro y la fatal caída se convierte en un aterrizaje de emergencia con el menor daño posible. Se las conoce como prestamistas, y su función no es otra más que ofrecerte una suma de dinero para situaciones de emergencia, para esos imprevistos que pueden dejar tus ahorros temblando.
 

En España hay decenas, por no decir centenares de estas compañías que ofrecen dinero rápido y con las menores complicaciones. Por norma general, son flexibles en cuanto a las cifras a ofrecer, que en ocasiones oscilan entre un mínimo de 50 euros y pueden llegar a los 1000 como cifra máxima. Su naturaleza está orientada, como se puede ver con la cifra media de lo que ofrecen, a resolver casos de extrema urgencia y necesidad.
 

Pero el dinero nunca es gratis. Este préstamo realizado debe realizarse en un plazo determinado, que puede ser bastante relajado y que, en ocasiones, varía según el tiempo que se tarde en dar el dinero al cliente (a veces es casi instantáneo), la cantidad y los tipos de interés que se pidan a cambio de hacer esta aportación económica. Sí, cuentas con un pequeño de aire fresco en lo económico, pero tendrás que devolverlo junto con una pequeña suma adicional por el servicio prestado.

 
El periodo de tiempo que los prestamistas consideran puede moverse entre los 5-7 días como mínimo y ampliarse hasta los 4 meses. Como decíamos, es una cifra que depende de la cantidad de dinero solicitada. No es lo mismo pagar 1000 euros en dos semanas que en cuatro meses.

 
El otro punto de interés, los intereses (valga la redundancia), es algo que se debe tener en especial consideración a la hora de contratar estos servicios. Son unos porcentajes que se aplican al total de euros solicitado y que se añaden al montante total a devolver. Por lo general, no suelen superar el 10%; pero también dependen del tiempo de devolución y del total pedido.
 

Si bien estos dos aspectos se deben tener muy en cuenta a la hora de pedir uno de estos créditos, también lo es el figurar o no en cualquier listado de morosidad como el de organismos como Asnef o Equifax. Que tu nombre aparezca en ellos suele complicar las cosas, y establece una serie de requisitos bastante diferentes, hasta el punto de impedir automáticamente la solicitud de un préstamo a según qué compañía. Todo depende de las exigencias de cada una y de su flexibilidad de cara a la situación del usuario.
 

Los prestamistas son una buena solución para imprevistos. Aunque hay que tener una serie de factores muy en cuenta, como plazos, cuantías, intereses y, sobre todo, restricciones por morosidad; la disponibilidad de estos colchones económicos que ofrecen es un buen factor de seguridad para el público. Claro que, siempre hay que tener en cuenta que el importe solicitado se tendrá que devolver posteriormente, a través de plazos si se considera necesario; por lo que también es importante saber que podrás pagar de vuelta sin inconvenientes de ningún tipo.

La situación actual ha fomentado el recurrir a estas compañías. De ahí que se estén popularizando y cada vez sea más común ver anuncios en todo tipo de formatos, tanto digitales como analógicos. Además, con internet de por medio, su uso se ha vuelto infinitamente más fácil e inmediato. De hecho, hasta hay apps que puedes instalar en tu teléfono móvil para pedir estos créditos rápidos tan de moda en caso de necesidad.
 

Probablemente, en los años venideros, estos negocios terminarán de asentarse por completo (si no lo están ya), y comenzarán a notar un aumento del flujo de usuarios provenientes de terminales móviles e internet. Si a la necesidad urgente de contar con un dinero adicional le sumamos la inmediatez y comodidad de solicitarlo a través de un aparato que llevas siempre encima, tenemos una combinación con un resultado más que claro.

Ahora, que sabes cómo funcionan, esperamos que sepas cómo darle uso a estos prestamistas en caso de necesidad, o que al menos tengas las nociones mínimas y necesarias para valorar su uso.