Tras una revisión por parte de técnicos municipales, los bomberos han efectuado la misma operación que en la puerta del Alcázar, situada en el Mercado Grande, y se ha tapado la tronera interior situada dentro del arco para evitar que puedan caer desprendimientos.

La primera intervención se ha llevado a cabo sobre las 12 horas del sábado durante un tiempo en que el arco ha permanecido cortado. Después, por la tarde, se ha instalado la protección, consistente en una estructura con una red.

La inspección a las nueve puertas del recinto amurallado ha dado como resultado que todas se encuentran bien salvo las dos en las que se ha intervenido: la del Alcázar y la de San Vicente.

Los daños ocasionados serán restaurados en las obras previstas, que comenzarán a finales de septiembre o principios de septiembre.