Así lo ha determinado la Inspección de Trabajo, que da la razón a UGT, que había denunciado una vulneración de los derechos básicos de los carteros rurales de la provincia, si bien considera que el hecho no supone una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, porque para ello hay que lograr una sentencia del Juzgado de lo Social.

El sindicato denunció en mayo que los carteros rurales estaban obligados a realizar funciones de otros compañeros con ocasión de las vacaciones, lo que conlleva la reorganización de los servicios y la modificación de las obligaciones del puesto de trabajo, con el consiguiente perjuicio para la prestación del servicio postal.

Entre otras cosas, supone aumentar el número de localidades a repartir, los kilómetros por día a recorrer o salirse del recorrido habitual que figura en la hoja de servicios, con el consiguiente riesgo de que en caso de accidente no sea reconocido como de trabajo.

Tras la comparecencia de los sindicatos y Correos ante la Inspección de Trabajo, se ha constatado que las modificaciones de los recorridos que hace de forma unilateral el organismo postal no quedan reflejadas en las hojas de servicio de los carteros rurales. Ahora Correos deberá cumplir lo establecido en el Estatuto de Trabajadores y en el convenio colectivo.