Problemas de acceso y comunicación, escasa presión del agua para uso doméstico y abandono de parques y aceras son los problemas que sufren, además de que no se han ejecutado las zonas de servicios de interés público y social, contempladas inicialmente.

El concejal Javier Cerrajero pide que se haga caso a los vecinos, que reclaman la apertura de otras vías de entrada y salida a la urbanización, ya que el acceso a la urbanización desde la carretera de Madrid, contemplado en el proyecto urbanístico inicial, sigue sin ejecutarse.

Así, considera “ilógico” que zonas ya urbanizadas continúen cortadas con postes de la luz cruzados en la vía: “si estuvieran disponibles no sólo se solucionaría el problema de acceso, sino que se aportaría fluidez al tráfico en general”.

Por ejemplo, “se tarda más de siete minutos en llegar en coche al hospital a pesar de que algunas viviendas están a menos de un kilómetro”, cuando “utilizando las vías cortadas el desplazamiento no superaría el minuto, diferencia que podría ser determinante en caso de urgencia médica, sin que exista un coste económico relevante que impida evitar esta situación de riesgo”.

El único acceso asfaltado, y no cortado, a la urbanización, es a través de la calle Arrabal- Bomberos, donde la pronunciada pendiente de la vía y la deficiente ubicación de su paso de cebra, situado en la parte superior, “generan inseguridad e incrementan el riesgo de accidentes”.

A la vez, Cerrajero lamenta el “completo olvido” en relación a los 12.000 metros cuadrados de superficie para la dotación escolar y sobre los 3.378 metros cuadrados para albergar una zona deportiva pública, inicialmente contemplados en el desarrollo del plan.