A las 0,35 horas un miembro del Comité de Empresa salió de la reunión y anunció, a una docena de trabajadores que esperaban fuera, al otro largo de la verja, que existía un principio de acuerdo: la factoría se reconvertirá de una fábrica de camiones en una planta dedicada a elaborar recambios.

El miércoles, última jornada de negociación, había empezado mal, pero antes del mediodía se empezó a lograr una vía de negociación que casi se va al traste por la tarde. Poco antes de las 23 horas se dijo que había “avances poco a poco”, que fructificaron en los siguientes minutos, si bien sobre las 23,20 estuvieron a punto de romperse.

El “principio de pre-acuerdo” ha supuesto la desconvocatoria de la huelga. A las 7 de la mañana de este jueves, a la hora de entrar a trabajar, habrá una asamblea para ratificar lo pactado.

Lo máximo posible

El presidente del Comité de Empresa, Rubén Zazo, ha dicho que los representantes sindicales están “convencidos” de “haber conseguido lo máximo posible” en la negociación, de cuyo resultado final se sienten “satisfechos”.

Según ha informado a los periodistas a las puertas de la planta el presidente del comité de empresa, Rubén Zazo, globalmente se siente "satisfecho" del resultado final, ya que ha dicho estar "convencido" de haber conseguido "lo máximo posible".

Sobre las 23,20 la negociación casi se romper al considerar que los representantes de los trabajadores se habían "movido más de lo que debían". Fue entonces cuando el "último paso" lo dio la empresa. Poco después de hora se rubricó el principio de preacuerdo, que se espera sea ratificado por la asamblea de trabajadores. En el caso de contar con un rechazo destacado de la plantilla sería sometido a referéndum.

“La planta estaba cerrada”, ha recordado el secretario del Comité, Felipe González, para destacar el acuerdo, con el que se logra que la factoría sigha abierta.

Convenio de Renault

Los puntos del preacuerdo, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2018, contemplan "la aceptación de las condiciones similares a lo recogido en el actual convenio de Renault", según había reclamado el responsable de la Alianza Renault-Nissan en España, José Vicente de los Mozos.

"Se minimizan los traslados a Valladolid mediante un ERTE (expediente de regulación de empleo temporal) para formación con un complemento de hasta el 100 por cien", se contempla en el acuerdo, que también contempla un bono de compensación que sustituye al inicialmente propuesto.

El principio de acuerdo destaca una "garantía de empleo para los trabajadores en Ávila", de tal forma que se mantiene el empleo actual hasta finales de 2019, cuando se dejen de fabricar vehículos, para después dejar la plantilla en la factoría a partir de 2020 en torno a los 200 ó 250 empleados.

A partir de ese momento se recuperará el empleo a razón de unos 50 trabajadores al año, hasta recuperar en 2024 el número de trabajadores que hay en la actualidad, salvo los que jubilen o acojan a bajas incentivadas.

Un punto destacado es que la plantilla conservará los derechos de antigüedad, además de continuar generando derechos económicos "hasta un máximo de cinco quinquenios".

Un logro destacado por el Comité de Empresa es que el reparto de la pérdida salarial sea de forma más equitativa en el conjunto de la plantilla, en el marco del convenio de Renault, suponiendo una mejora sobre lo inicialmente ofertado por la empresa.