Se trata de una declaración similar a otras del pasado invierno debidas a la persistente sequía y a las elevadas temperaturas.

La situación de riesgo meteorológico por las altas temperaturas, la dirección y velocidad del viento, el descenso de la humedad relativa y la inestabilidad atmosférica, unida a la sequía y agostamiento prematuro de la vegetación, hace necesario tomar mayores medidas de cara al operativo semanal frente a incendios forestales en toda la Comunidad.

La declaración de peligro medio va asociada a un operativo de lucha contra incendios forestales con más recursos humanos y medios materiales activos. Por eso, se asignan guardias de incendios a técnicos y agentes medioambientales para responder a la gestión del operativo desde los centros de mando,  provinciales y autonómico,  y en el territorio y dirigir las medidas contra los incendios que puedan darse. También se adapta el horario de trabajo de las cuadrillas y se establecen módulos de parada para compatibilizar su trabajo con la posible extinción. Además, se adelanta ligeramente el despliegue de alguno de los restantes medios: helicópteros, cuadrillas helitransportadas y maquinaria.

La declaración se aprovecha para pedir a la población que extreme las precauciones en las actividades al aire libre y no emplee fuego en estas salidas propias del buen tiempo. Si se advierte el inicio de algún fuego, debe alertarse, a través del 112, y si se ve al responsable, ha de presentarse una denuncia, dado que la lucha contra los incendios es una tarea de toda la sociedad.