Su versión desmiente la acusación por la que ella se encuentra en calidad de investigada, debido a una presunta estafa de 27.000 euros a su tío. Según ha manifestado, se trata de una “venganza” de los sobrinos terceros del anciano, de 84 años y quien además sufre una severa discapacidad.

El hombre, al que ella lleva atendiendo “toda la vida”, la autorizó para utilizar sus cuentas, y ella argumenta que posee las facturas de los gastos originados por su tía, que son “pruebas suficientes” que justifican su “inocencia”.

La mujer ha asegurado que la denuncia contra ella “en realidad se trata de una venganza” por parte de familiares “que nunca han querido hacerse cargo de su tío”.

Y es que según asegura, la denuncia interpuesta es la consecuencia de una primera que ella presentó en abril, en la que ponía de manifiesto que le robaron al anciano el DNI. Dicho anciano también sería objeto de coacciones por parte de los tres sobrinos, según la versión de ella, y le habrían hecho firmar papeles en blanco.