Ha pedido más medios para la prevención y concienciación de la violencia de género, ya que las víctimas ven “dificultades” para denunciar a pesar que los casos aumentan. Secretaria general de Políticas de Igualdad y una de las inspiradoras de la Ley contra la Violencia de Género y de la Ley de Igualdad, ha acudido a La Adrada a una mesa redonda organizada por el PSOE con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género junto a la presidenta de la Asociación 11-M de Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón.

“No puedo entender que todas las semanas haya campañas de tráfico con distinto contenido y que no las haya dirigidas a dar consejos para evitar la violencia de género”, ha dicho. Murillo ha pedido a ayuntamientos, diputaciones y Administraciones Públicas que no sólo mantengan los presupuestos para combatir la violencia de género sino que los aumenten, y ha criticado las tasas judiciales para los casos de separación.

Tras recordar que en su etapa al frente de la Secretaría General de Políticas de Igualdad se crearon los juzgados de violencia de género para que una mujer pudiera, en un mismo juzgado, separarse y poner una denuncia por la vía penal por violencia de género, cree que es “gravísimo” que ahora no puedan hacerlo.

También ha criticado que se quiera volver a implantar la mediación, cuando “en términos de violencia no se puede hacer” porque “una persona con miedo no puede negociar”, y se ha referido a que el Ministerio de Justicia hable en su web de “violencia doméstica” en lugar de “violencia de género”, porque “deja fuera a las jóvenes que no conviven con su agresor y a las mujeres maduras que se han separado”.

Recortes
Por su parte, Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M de Afectados por el Terrorismo ha criticado los recortes del Gobierno, que perjudican a las entidades de víctimas, ya que este año aún no han recibido las ayudas.

En el caso de su asociación, ha dicho que lo están pasando mal, ya que como “nadie hace campañas” a su favor, están “viviendo al día y pasándolo económicamente mal”.
Manjón se ha referido también a la “doble victimización” que su caso puede suponer, no sólo por el hecho de ser mujer sino por ser también familiar de una víctima del terrorismo, que le ha llevado a sufrir, incluso, amenazas de muerte, porque “de todos es sabido el amor que algunos me tienen”.

Y es que es un caso que “no se había dado hasta ahora”, ya que “nunca jamás aquí había dado un fuerte golpe en la mesa para decir basta”. “Tuvimos la desgracia de que nuestros familiares no fueron asesinados por ETA y también de que hubiera unas elecciones cuatro días después”, ha recordado, a la vez que ha agradecido que la sociedad continua mostrando su solidaridad.