Hay que remontarse al 23 de septiembre del año 2000 para ver en el ring a dos candidatos enfrentados: a un lado, Antolín Sanz, que aquel día fue aupado a presidente provincial del partido, puesto en el que ha permanecido hasta ahora; y a otro lado, Manuel Vicente, entonces militante popular de base tras haber dejado su escaño de concejal en el Ayuntamiento de Ávila.

Allí no hubo pacto de avales, como el que ahora ha llevado a ambos a presentar 150, ni más ni menos. Entonces, el ganador llevó 200 y el derrotado sólo 50.

En el Teatro Avenida (luego Teatro Caja de Ávila y ahora Teatro de la Fundación Caja de Ávila) se produjo una votación sin urna, algo que sería muy difícil comprender en los tiempos que corren: los asistentes eligieron a su líder mediante cartulina a mano alzada.

De 363 votos, Antolín Sanz logró 286 votos (78,7%) frente a Manuel Vicente, con 69 (19,1%), con ocho en blanco. El nuevo presidente llegó para sustituir al eurodiputado Agustín Díaz de Mera, que entonces era senador y alcalde, y que por un cambio en los estatutos no podía presentarse a la reelección para compatibilizar esos puestos con el de presidente provincial del partido.

Ese congreso será recordado por que Manuel Vicente pidió desarrollar el lema "un militante, un cargo". “Somos muchos”, aseguró. Y le faltó decir: "a repartir”. Y es que en aquel momento ya algunos acumulaban más de un puesto. Vicente no imaginaría entonces que aquella suma de cargos era una mera anécdota con lo que vendría después.

A lo que vamos. Ahora concurre Carlos García, alcalde de Tiñosillos desde 1999, de 42 años, diputado provincial desde 2007 y vicepresidente primero de la Diputación desde hace dos años, cuando le nombró Jesús Manuel Sánchez Cabrera, el autor de un golpe de mano con el que se hizo con la presidencia de la Diputación el día de autos, en el que el PP presentó en el pleno de constitución dos candidatos. Precisamente, Carlos García fue el portavoz que presentó al candidato oficial y derrotado, Pablo Luis Gómez, no a Sánchez Cabrera. Lo que propició la permuta de aliados sólo los interesados lo conocen.

García asegura que los ciudadanos piden cambio en el PP, por eso dice que se presenta, si bien él ya ha ocupado en los últimos dos años la secretaría provincial del partido, con Antolín Sanz en el papel de presidente ausente desde que dejó de ser senador.

Entre los avales, Carlos García ha contado con la firma del presidente de la Diputación y de la mayoría de diputados provinciales.

Frente a quien propugna el cambio concurre Miguel Ángel García Nieto, quien ha hablado de representar una "transición". En Facebook sí que ha publicado: "Ocho años máximo en el mismo cargo por estatutos. Renovación con criterio y sin rupturas".

Quien ha sido alcalde de Ávila entre 2002 y 2016 y no tuvo empacho en autocalificar su gestión como "sobresaliente", entró en política como concejal en 1991 con Ángel Acebes como alcalde. El día que se puso nota fue cuando le quedaba poco tiempo como regidor: "se puede calificar de sobresaliente, y no está bien que yo lo diga", aseguró. También afirmó que seguiría sirviendo a Ávila desde la actividad pública o desde la privada. Antolín Sanz dijo que no le dejaría marchar mientras él estuviera al frente del partido. Seis días después se anunció que sería senador en sustitución de María Ángeles Ortega, nombrada subdelegada para ocupar el sillón de José Luis Rivas, ya nominado a la alcaldía.

En la carrera a ocupar la presidencia provincial del PP, García Nieto cuenta entre sus valedores con dos cargos públicos que han crecido políticamente a su lado: el teniente de alcalde Héctor Palencia, recién designado responsable autonómico del área de Política Municipal del PP, y el delegado territorial de la Junta y portavoz municipal durante ocho años, José Francisco Hernández Herrero.

Si nos remontamos algunos años más, en la historia de los populares abulenses hubo otro momento con dos listas en dura pugna, cuando salió derrotada la candidatura  apadrinada, ni más ni menos, por el propio José María Aznar, cuando aún no había llegado a ser presidente de la Junta de Castilla y León.

La elección de la entonces junta local de Alianza Popular en la capital abulense terminó con la victoria de una lista alternativa, encabezada por Francisco Ruiz de Pablos, con 71 votos, frente a los 51 de la candidata oficial, Pilar San Segundo.

Ya sólo queda ver cómo votan los militantes del PP de cara al congreso. Y ver los resultados, y preguntarse si quien gane el próximo congreso del PP abulense repetirá la historia del año 2000, cuando Antolín Sanz ganó la votación y afirmó: "si necesito la ayuda de Manuel Vicente no dudaré en contar con él". No hubo margen para la duda. El respaldo recibido no hizo necesario recurrir a su ayuda.

Por cierto, entonces (año 2000) Ángel Acebes era ministro de Justicia. Escrita está la frase que pronunció: "el PP hoy es un partido moderno y maduro, que sin ningún tipo de conflicto y escándalo ha sabido dar respuesta a las necesidades dentro de un proyecto nacional".

Y otra: "el PP de Avila sale renovado, con ánimo e impulso suficiente para seguir haciendo lo que tiene que hacer, que es trabajar codo con codo en favor del progreso y desarrollo de la sociedad abulense". Añadió Acebes: "el PP ha sabido impulsar un proceso de modernización para comprobar una provincia abulense más bonita, próspera y cómoda". Visto con perspectiva…