El embolsamiento de agua se produce siempre, pero en septiembre de 2016 ocurrió el problema más importante, ya que los bomberos tuvieron que derribar parte de la mediana para achicar el agua.

Esta zona fue renovada en la operación asfalto en octubre, pero no ha impedido que vuelva a inundarse. A las 16,30 horas del viernes, cuando durante todo el día habían caído 6 litros por metro cuadrado, la laguna había vuelto a producirse, seguramente por el agua que vertía la alcantarilla situada a un lado de calle, que se desborda habitualmente cuando se producen copiosas precipitaciones.