Se trata de dos hombres de origen sudamericano a los que se les acusa de ser presuntos autores de un delito de hurto en grado de tentativa, además de atentado a agentes de la autoridad.

Ambos detenidos, con domicilio en Madrid, cuentan con múltiples antecedentes por pertenencia a un grupo criminal especializado en hurtos a clientes de entidades bancarias por el método del "pinchazo".

A la carrera
Los individuos fueron detenidos en una céntrica calle de la capital abulense al ser detectados por una dotación de la Policía Nacional en el momento justo en que se disponían a cometer uno de estos hurtos. Al verse sorprendidos por los agentes, ambos huyeron a la carrera y cuando iban a ser interceptados ofrecieron fuerte resistencia a los agentes, que al final lograron reducirles.

Entre los objetos que les fueron intervenidos se encontraban  pasamontañas, guantes, punzones camuflados bajo la forma de bolígrafos, chinchetas, tachuelas artesanales construidas con clavos y tapones de botellas, así como diversos teléfonos móviles que se presume utilizaban para coordinarse en sus acciones.

Modus operandi
Los autores de este tipo de hurtos adoptan unos roles muy marcados: uno de ellos se aposta en el interior de una sucursal bancaria con la finalidad de localizar un objetivo interesante, mostrando preferencia por las personas mayores cuando les observan que han sacado importantes cantidades de dinero en efectivo.

Una vez seleccionada la víctima, el observador la “marca” al resto de componentes, utilizando para ello mensajes a través del teléfono móvil.

Posteriormente, otra persona del grupo sigue al cliente del banco hasta donde tiene su vehículo estacionado, aprovechando el momento propicio para clavar en el neumático más alejado de donde se encuentra la víctima un afilado tubo metálico para que se desinfle paulatinamente.

Cuando la víctima se percata de que tiene un problema en el coche, y tras ser advertido por otro miembro del grupo que conduce un vehículo a su lado, entran en juego los últimos actores, ofreciéndose solícitos a ayudarle en la reparación. Así logran distraer a la víctima hasta que pierde de vista sus pertenencias, entre ellas el dinero, que sustraen al descuido para luego huir.

Recomendaciones
La Policía Nacional recuerda que para ponérselo difícil a los delincuentes hay que prevenir: cuidando su bolso o cartera en aquellos espacios donde concurran muchas personas (mercadillos, espectáculos...) y llevando el bolso o mochila siempre delante.

Piden extremar las precauciones cuando haga gestiones en entidades bancarias, procurando ir acompañado y no dejar que le distraigan, vigilando sus objetos personales, especialmente bolsos, cámaras o maletas.

También se insta a tomar las debidas precauciones para impedir que le puedan ser arrebatados y evitar hacer ostentación de riqueza o pertenencias.

Se insta a desconfiar de ayudas sospechosas como avisos de manchas en ropa, dinero caído en el suelo cuando se utiliza un cajero automático, o de averías en su vehículo, ya que pueden constituir una estrategia para robar.