El 27 de mayo recibirán a una peregrinación de la diócesis de Tortosa, lugar de origen de esta devoción que data del siglo XII, con lo que podrán ver la reliquia original de la cinta de la virgen.

Según la leyenda, era costumbre rodear los vientres de las embarazadas con la cinta que la misma virgen entregó a un canónigo en una visión. En el año 1617 se fundó la Cofradía de la santa Cinta y, dado que los reyes de España pertenecen a la cofradía desde Felipe V, la cinta se envía a todos los embarazos de las reinas.

La cinta es de seda blanca e hilo de plata y se encuentra dividida en dos partes: una está en el relicario grande que se guarda en el altar de la capilla de la Cinta en la catedral de Tortosa, y la otra, que se cree fue dividida para llevarla a los enfermos, se encuentra en un relicario más pequeño en la capilla de la sacristía mayor. En total tiene unos doce palmos de longitud, y poco más de un palmo de anchura.

La peregrinación acercará hasta El Tiemblo a un centenar de tortosinos, con lo que ese día (17,30 horas) se podrá ganar el jubileo con la presencia un trozo de la cinta, según la concesión realizada por el papa Francisco a la diócesis de Tortosa con motivo del cuarto centenario de la Fundación de la Real Archicofradía de la Virgen de la Cinta.

La Abadía-Colegio Santísima Trinidad de El Tiemblo cuenta con una talla de Nuestra Señora de la Cinta, obra del escultor Inocencio Soriano-Montagut, realizada en 1957.

La imagen fue encargada por los tortosinos que vivían en Madrid, entre ellos el empresario José Celma. Y a la comunidad de monjas de El Tiemblo llegó muy deteriora en 2012 procedente de la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat de los Padres Benedictinos, que la cedieron para su custodia y oración.

La restauración corrió a cargo de Raquel Mozo Sansegundo y fue colocada en el coro en 2013.