Diversas actividades y religiosas han culminado en la festividad del santo que da nombre a la parroquia el primer día de mayo, cuando la imagen del sano obrero ha salido, tras la misa, por las calles de la barriada acompañada de música de dulzaina y de los estandartes de todas las cofradías de la ciudad.

Dos han sido los momentos más llamativos en la procesión: cuando en la calle Vicente Manzanedo han dejado caer pétalos de rosa desde viviendas de ambos lados de la calle, y cuando se han subastado los banzos, al final de la procesión y antes de entrar en la parroquia, para adjudicar a quienes portaran el santo el próximo año.

El presidente de la cofradía, Diego González Álvarez, ha dicho que 2017 es "un año muy especial para esta humilde y sensata cofradía que cumple 40 años de vida". "Una nueva década que con trabajo y esfuerzo de toda la directiva hemos podido alcanzar, sin olvidarnos de los esfuerzos de aquellos que han realizado desde su creación", ha señalado.

El barrio ha contado con numerosos activos lúdicos y festivos preparados por la peña que lleva el nombre del santo, como las verbenas y la subasta de regalos que ha tenido lugar en la tarde de la jornada festiva.