Uno de los arrestados en Madrid fue localizado antes en Navaluenga. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ávila le localizó antes de que fuera detenido en Madrid.

La banda estaba dedicada a cometer delitos de estafa a gran escala tanto en el territorio nacional como internacional. La Guardia Civil de Oviedo, en colaboración con las comandancias de Madrid, Badajoz, Ávila y Murcia, han efectuado ocho detenciones.

La investigación de la operación Ágape comenzó en mayo de 2016, cuando un empresario de embutidos presentó denuncia por estafa en Oviedo.

El timo del nazareno tiene como objetivos empresas proveedoras de productos fáciles de vender en el mercado negro, como alimentos o bebidas alcohólicas, a precios más bajos que en el mercado. El timador, conocido como 'el nazareno', se ganaba la confianza de las empresas estafadas adquiriendo una sociedad solvente y reconocida entre los proveedores, no constando impagos en las bases de datos de proveedores o aseguradoras, evitando de este modo levantar sospechas.

Una vez generada la confianza en las víctimas, realizaba pedidos con un vencimiento de plazo de 60, 90 ó 120 días. Recibido el producto, los autores revendían la mercancía sin formalizar los pagos a los proveedores, que era imposible localizarlos después.

La actividad de las empresas estafadoras duró tres meses aproximadamente, coincidiendo con el plazo de vencimiento de pago de la mayoría de los pedidos solicitados, de tal modo que evitan figurar en las bases de datos de las compañías aseguradoras como empresas morosas.

La mayoría de los pedidos que realizaron coincidían en cuantía con el límite de riesgo que estas empresas conceden de crédito, oscilando entre los 3.000 y 6.000 euros.

Las empresas establecieron su domicilio social en Oviedo y León, y se encontraban registradas a nombre de dos testaferros u hombres de paja, figurando como administradores únicos de ellas. Captados por un lugarteniente de la organización delictiva en la provincia de Murcia, previa promesa de cantidades ínfimas de dinero en comparación con los beneficios que obtuvieron con el timo, tenían un organigrama, con división de funciones, especialización y profesionalización de sus miembros, para lograr mayor eficacia.

En total estafaron a 26 empresas de alimentación de 14 provincias y de cinco países europeos (Grecia, Holanda, Bélgica, Italia y Francia), además de haber perjudicado a cuatro empresas aseguradoras, valorando el importe de lo estafado en más de 410.000 euros.

Desde que empezaron a delinquir han podido obtener millones de euros en estafas continuadas, y algunos detenidos se encuentran incursos en distintas investigaciones por hechos similares que investiga la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.