Pese a su intención de convencer a Alfonso Mañueco y Antonio Silván de que se sentaran y alcanzaran un consenso, no ha sido posible, ante lo que el presidente provincial se pregunta: “si son tan amigos y coinciden en proyecto e ideas, no entiendo por qué no ponen los intereses de Castilla y León y del PP por encima de los personales”.

Reprocha a Mañueco y Silván que en sus visitas durante la campaña, tanto a Ávila como a otras provincias castellanoleonesas, no hablaran de proyectos, "ni de agricultura ni de infraestructuras", sino solamente de “partido, partido, partido”, cuando el partido es "un instrumento para estar al servicio de la sociedad".

Renovación total

En opinión de Sanz, el partido necesita “caras nuevas, renovación total y absoluta” para dinamizarlo y tensionarlo", cuando "lo que ha ocurrido, ni es ni será bueno para el PP de Castilla y León", ya que en su opinión "van a surgir diferencias".

En una tarde de votaciones en las sedes del PP de Castilla y León, el presidente provincial ha dicho que el acuerdo entre ambos "hubiera evitado más de un roce, más de una discusión y que ese tipo de cuestiones no hubieran trascendido a los medios de comunicación, porque todo ello hace un flaco favor al PP de Castilla y León y de España".

"En los últimos 18 años, de los que 16 ha sido secretario general Fernández Mañueco, el PP de Castilla y León no ha tenido actividad", ha lamentado, lo que ha dicho haber transmitido tanto a Juan Vicente Herrera como Mañueco, para reivindicar que el partido "necesitaba caras nuevas y renovación total y absoluta, que dinamice, que tensione y que tenga más actividad".

Tras criticar que en la última semana "no es de recibo que se haya dejado de hablar de los importante, que es el proyecto del PP en Castilla y León, y sólo se haya hablado de las personas", Sanz ha asegurado que el proceso de primarias "no le está viniendo bien al PP de Castilla y León, ni a ninguno de los de las nueve provincias". "Y uno puede contar hasta donde puede contar", ha añadido.

Un carajo

"Al abulense no le importa un carajo quién vaya a presidir el PP de Castilla y León, lo que quiere es saber qué proyecto tienen los hombres y mujeres de este partido para solucionar sus problemas", ha añadido.

"No me gustaría -ha dicho- que el congreso del 1 de abril sea la fiesta del PP de Castilla y León, pues aquí estamos gobernando desde el año 1987, nos han dado un respaldo importante, 600.000 ciudadanos en las generales y 500.000 en las autonómicas, y se merecen escuchar el proyecto político del PP".