Arévalo contaba con dos colectores de aguas residuales que van paralelos a los ríos Adaja y Arevalillo. Antes de construirse la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), estos colectores vertían sus aguas cerca del paraje conocido como La Junta, que se encuentra justo debajo del castillo. Al construirse la EDAR, ambos colectores se unieron y se pasaron por debajo del cauce del Arevalillo para que terminaran en dicha planta de tratamiento de aguas residuales.

Últimamente, como ha ocurrido este domingo, las aguas residuales se han vertido a los cauces del Adaja y del Arevalillo por los antiguos desagües y sin pasar por la estación depuradora.

"Son miles de litros de aguas fecales por minuto las que se vierten y con todo tipo de fangos y sólidos contaminando las aguas de ambos ríos y provocando un olor nauseabundo", han criticado.

Recuerda la asociación que "por este servicio de depuración", los vecinos arevalenses "pagan un impuesto de depuración que la empresa Acciona cobra trimestralmente junto al recibo del agua y el alcantarillado".

La Alhóndiga ha pedido que la Confederación Hidrográfica del Duero y el Ayuntamiento de Arévalo "tomen cartas en el asunto" y solucionen con urgencia "un grave problema" con "sanciones a los responsables del vertido ilegal".