El hecho ha ocurrido en El Hoyo de Pinares y al padre se le acusa de un supuesto delito de homicidio por imprudencia. La muerte se produjo el día 9, pero las lesiones se produjeron entre los días 4 y 6.

Según la Guardia Civil, "al jugar el padre de la menor sin adoptar medidas de seguridad en cuanto a la sujeción de la cabeza de la niña". Los juegos consistieron "en arrojarla hacia arriba y sobre la cama, en la creencia que dicha actuación no suponía ningún peligro para la niña".

El fallecimiento de la bebé se produjo en el Hospital Clínico de Salamanca, instruyendo diligencias el Juzgado de Instrucción número 4 de Salamanca, que llegaron al grupo de homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila. La causa de la muerte fue un traumatismo cráneo-encefálico de etiología violenta.  

Ante los lloros de la pequeña, los padres la llevaron el día 7 desde Hoyo de Pinares al Centro de Salud de Cebreros, siendo derivada al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles y, dada la gravedad al Hospital Clínico de Salamanca, donde falleció a las 13,30 horas del lunes, dos días después.

Los médicos no pudieron, en un primer momento, determinar la dolencia de la niña. Tras someterse a varias pruebas, fue diagnosticada en Salamanca de traumatismo craneo-encefálico, lo que no era perceptible externamente, pero que queda certificado en la autopsia, realizada conjuntamente por los Servicios Forenses de Salamanca y la Comisión Nacional de Transplantes, ya que los padres donaron sus órganos.

El padre fue detenido, y luego puesto en libertad, como autor de un presunto delito de homicidio por imprudencia, al entender la "carencia total de intencionalidad" en el hecho investigado y porque "el padre ignoraba las consecuencias de tales juegos".

Las diligencias y el detenido han sido puestos a disposición del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de guardia.