Son imágenes pertenecientes a la documentación fotográfica que el artista (1921-2008) realizaba como paso previo para plasmar sus célebres paisajes pictóricos, recopiladas por su familia bajo el comisariado de su hijo Álvaro Martínez-Novillo, que ha acudido a presentar la muestra.

‘Cirilo Martínez Novillo. Fotografías 1957-1990’ ofrece 45 fotos en la que se deja ver la búsqueda de paisajes del autor, al que su hijo define como “un panteísta del paisaje”, que “busca detalles desapercibidos” y que toma fotografías que podrían pasar por ser alguno de sus cuadros, por el color y el encuadre.

En ellas se observan escenas rurales y de personajes de finales de los años 50 y de los 60. Junto a las fotografías pueden verse cuatro acuarelas originales con El Barco de Ávila y el río Tomes como protagonista.

Nacido en Vallecas en una familia humilde oriunda de Cuenca, Martínez Novillo dedicó toda su vida a la pintura: compartió estudios, durante la Guerra Civil, entre el Ateneo Libertario del pueblo de Vallecas y la Escuela Superior de Pintura y Escultura y Grabado del entonces Museo de Arte Moderno ubicado en la Biblioteca Nacional de Madrid, con el profesor Daniel Vázquez Díaz, habiendo hecho incursiones en la literatura.

Interesado siempre por el paisaje, permaneció en estancias de estudios en París entre los años 40 y 60, donde le influyeron Cézanne, Van Gogh, Picasso y Braque, viajando luego por Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica, atraído por la pintura de Johannes Vermeer y por el concepto de paisaje del pintor belga Constant Permeke.

La exposición, abierta el viernes 9 de noviembre, podrá visitarse hasta el 6 de enero en el horario de apertura del museo (de martes a sábado de 10 a 14, y de 16 a 19 horas, y domingos y festivos de 10 a 14 horas) hasta el 6 de enero.