El ataque se produjo en la noche del lunes contra un rebaño de 20 cabras de raza cárnica que pastaba en régimen extensivo.

15 de las reses quedaron desperdigadas y casi todas ellas aparecieron después en diferentes lugares, mientras que cuatro no han aparecido y otra fue encontrada muerta con "múltiples heridas y mordiscos que le desgarraron toda la carne" hasta producirle la muerte.

Asaja ha lamentado los ataques "cada vez más frecuentes y habituales", lo que demuestra "la grave situación que padecen los ganaderos de extensivo de la provincia", con ataques de lobos "casi diarios" y con "numerosas pérdidas económicas para su explotación". El hecho ocurre una semana después del ataque a un rebaño de 39 cabras en San Bartolomé de Pinares, donde murieron 14 reses.

A los numerosos ataques de lobos, especialmente a ganado bovino, ahora se añaden los que afectan al caprino. Asaja ha solicitado a la Junta que "actualice  los baremos de indemnización", al considerar que "no se pagan precios justos por los animales muertos afectados por los ataques de lobos".  

Además, solicita a la Administración autonómica que "se pague a los ganaderos el lucro cesante, incluyendo los gastos veterinarios" y que "se intensifiquen, al máximo posible, los controles poblacionales de cánidos en la provincia, por la continuidad y gravedad de las pérdidas que se están produciendo en los últimos meses entre la cabaña ganadera".