La Guardia Civil detuvo a tres cazadores por la muerte de dos lobos en la finca Valdeciervos de los Arroyos, si bien el hecho no se conoció hasta meses después, cuando se levantó el secreto del sumario. El Seprona determinó la muerte de los cánidos tras tomar muestras de pelo y sangre de los animales, junto a casquillos que habían quedado abandonados de una cacería en la que participaron 60 personas.

A la asociación Anadel se la exigió en septiembre 3.000 euros en concepto de fianza "pese a que no se ha solicitado la realización de prueba alguna que pudiera llegar a justificar ese montante", ante lo que han recurrido la decisión para que se elimine la fianza.

A la espera de esa decisión, el fiscal ha pedido el sobreseimiento, lo que a los miembros de la asociación les ha causado "perplejidad".

Por otra parte, Anadel lamenta la actitud de la Junta de Castilla y León, personada en la causa "sin dejar claro para qué", y exige a la Administración autonómica "una nueva posición" que "conlleve la aplicación de la normativa vigente, del lobo como especie estrictamente protegida al sur del Duero".

La asociación denunciante pide que "no quede impune" este caso de "furtivismo", cuando "los asistentes a la montería declararon la muerte de dos lobos, hay fotografías y muestras que el Seprona investigó confirmándolo".

Creen que "dejar paso este caso sin castigo como quieren el juez y la fiscalía será otra muestra más de vergonzante situación que vive la Justicia en este país en materia de medio ambiente".