En el caso de la provincia, serviría de apoyo a los municipios que cuentan con más población extranjera, mientras que, en la capital abulense, les dará participación, ha demandado Sara Doval, técnica del Centro de Información a los Trabajadores Extranjeros (Cite) de Comisiones Obreras Ávila.

También Doval ha instado a luchar contra “mitos falsos” que se encuentran extendidos, como que la población inmigrante “recibe más ayudas” que la española o que “generan más gastos” en servicios públicos que lo que aportan.

Por países
El informe señala que de los más de 12.000 extranjeros residentes en la provincia, el 37 por ciento procede de América y un 35 por ciento, de Europa. Del continente africano llegó otro 25 por ciento, mientras que, por países, Marruecos, Rumanía y Colombia, así como República Dominicana, son los que tienen mayor representación.

El estudio indica, en este sentido, que la llegada de inmigrantes se produjo en la provincia durante los años de la burbuja económica, entre 2002 y 2008, y que desde entonces, se ha ido reduciendo.

De hecho, por ejemplo, la población llegada del norte de África responde, en su mayoría a hombres que se asentaron en la provincia durante la “burbuja inmobiliaria”, mientras que la llegada de Latinoamérica está “muy feminizada” y vinculada al empleo doméstico.

Por comarcas, la capital, junto con la zona de Pinares y el Valle del Tiétar, limítrofes con Madrid, concentran la mayor parte de la población extranjera.

Rejuvenecer
Al respecto, Doval ha subrayado el hecho de que la población inmigrante sea un factor que hay que tener en cuenta para “rejuvenecer” una provincia en la que el 25 por ciento de la población tiene más de 65 años, con el objetivo de combatir la despoblación.

Sin embargo, el colectivo de residentes extranjeros registra cerca del doble de la tasa de paro que el conjunto de la provincia, recibe menos prestaciones y cuenta con contratos “temporales” y “precarios”, han determinado.