Refugiados en los bares, las nueve tunas participantes dejaron ver sus colores y oír el peculiar sonido de la estudiantina por más de un establecimiento. Por la tarde subieron al escenario del Auditorio de San Francisco para mostrar su repertorio, la calidad musical y vocal, y su puesta en escena.

Al final fue la Tuna de Magisterio de Cáceres la que se ha proclamado vencedora del encuentro. El segundo puesto fue para la de Murcia y el tercero para la de Málaga, mientras que el premio para la "tuna más tuna" se lo ha llevado la de Santander. Entre otras distinciones, la cacereña y la murciana se hicieron con tres cada una.

Las nueve tunas fueron tocando desde las 18 horas y hasta casi las 22,30 horas en la trigésimo primera edición del Certamen Nacional de Tunas de Magisterio.

En la tercera ocasión que se celebra este encuentro en Ávila, después de 1994 y 2006, han acudido las tunas de Magisterio de Burgos, Cáceres, Castellón, Málaga; Santander, Segovia, Sevilla y Murcia.

El jefe de la tuna de Ávila, David Bermejo, ha lamentado que la persistente lluvia haya impedido celebrar el pasacalles, lo que no ha quitado a los 208 tunos salir a la calle y a los bares.

Con muchos tunos que ya no son estudiantes, Bermejo ha reconocido que no hay relevo generacional cuando en realidad para ser tuno "no hay que ser un virtuoso de la música" y "sólo hace falta  tener ganas de divertirse".