En Cebreros, según De González, el Premio Nobel de Literatura estableció su “cuartel general” para sus andanzas por esta zona de España.

Aunque en el municipio, el autor de ‘Viaje a la Alcarria’ “no dejó un buen regusto” y “nadie hablaba bien”, Félix de González se aventuró a demostrar que “lo malo” que se decía de Cela a su paso por esta zona era “falso”.

Más bien todo lo contrario, ya que el Nobel habría conseguido, por ejemplo, que limpiaran las calles del mosto de la vendimia, porque estaban “pegajosas” y porque “su casa se estaba llenando de moscas”. En Cebreros, además, el autor cebrereño recopiló anécdotas sobre el paso de Cela por el municipio y las mezcló en un relato de ficción en el que se explica su primera época literaria de las tres que tuvo en su trayectoria –la segunda sería la vivida en Palma de Mallorca y la tercera, la de los reconocimientos-.

Torero, actor, pintor y otras facetas creativas destacan en la figura de un Camilo José Cela que “se vio superado” por su propio personaje, según el autor.

A Cebreros, llegó Cela de la mano de su dentista en Madrid, que pasaba consulta en el municipio los fines de semana y allí encontró la tranquilidad que necesitaba para concluir ‘La Colmena’.

En este municipio, además, entabló amistad con vecinos y aquí escribió “la mayoría de sus obras iniciales”, exceptuando ‘La familia de Pascual Duarte’. Gran parte de los personajes de ‘La Colmena’, de hecho, pudieron ser sacados de los tertulianos del Café Madrid, de Cebreros.