En términos asistenciales su repercusión ha sido "limitada", según ha dicho en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Castilla y León, donde el consejero ha comparecido a petición de todos los grupos un año después desde que se detectó el problema. En la comparecencia ha anunciado que el director técnico de Sistemas de Información de la Gerencia Regional de Salud de la Junta ha presentado su dimisión por este motivo, a la vez que ha dicho haber cesado al jefe de informática del Complejo Asistencial de Ávila.

El problema en la pérdida de pruebas radiológicas fue ocasionado por dos errores concatenados, según ha señalado el consejero, quien ha ofrecido detalles de las que se han logrado recuperar por parte de empresa especializadas.

Se han recuperado 11.990 de las 15.522 tomografías axiales computerizadas (TAC) y resonancias magnéticas, lo que supone el 77 por ciento; y 9.721 de 21.169 radiografías de Atención Primaria, el 46 por ciento.

El problema fue detectado el 26 de octubre de 2015, cuando se llevaba a cabo la migración de datos para poner en marcha un nuevo modelo para la "modernización de comunicaciones y de sistemas de almacenamiento", por lo que el consejero descarta que los motivos fueran los recortes en gastos.

El sistema almacenamiento, con mayor capacidad, tiene dos centros, en Valladolid y León, con monitorización y alertas automáticas que se copian a diario para su conservación.

Dos errores

Según la explicación del titular de Sanidad, la pérdida de las pruebas de Ávila se produjo por "dos errores concatenados": el primero por la desactivación del paso de imágenes del almacenamiento temporal al archivado definitivo en el proceso de migración de imágenes. Fue culpa por un técnico de la empresa encargada del cambio del sistema de almacenamiento. IRE Rayos X, que desactivó la copia automática.

El segundo de los errores fue provocado por el fallo en cinco de los 30 discos de almacenamiento temporal del Complejo Asistencial de Ávila. Los responsables del sistema de información del hospital no atendieron las alertas luminosas rojas que se activaron entre agosto y octubre de 2015.

El fallo en esos discos se produjo cuando se encontraban en el proceso de sustitución por los centros de almacenamiento definitivo de Valladolid y León. Este problema ocurrió a la vez en otros tres hospitales de la Comunidad, pero en estos se detectó a tiempo y pudo ser solventado.

Automatismo desconectado

"Si no se hubiera desconectado por error el automatismo en la realización de copias, éstas hubieran estado disponibles en los archivos centrales, y los discos locales se habrían retirado de uso", ha explicado. "Si se hubieran atendido las alertas luminosas, los discos locales se habrían sustituido, garantizando la conservación de las imágenes como ocurrió en otros centros", ha añadido.

En una primera parte del proceso de traspaso de los datos desde cada hospital, el primer nivel de almacenamiento permanecía todavía en cada uno de los hospitales, mientras el segundo nivel y la réplica entraban a formar parte de la información central corporativa. Este proceso se había culminado con todos los complejos hospitalarios salvo el abulense, que permanecía en la etapa de volcado cuando se registró la incidencia.

En aquel momento se produjo el fallo y se encontraba transferida más del 80 por ciento de la información acumulada, ha indicado el consejero.

Luego ya se aplicó "sin incidencias" la segunda parte, con el traslado de los sistemas de primer nivel de copia a los centros de almacenamiento de Valladolid y León, con lo que se puso en marcha el "anillo radiológico", que permite acceder en línea a más de 18 millones de estudios y 600 millones de imágenes de toda la Comunidad.

Medidas de seguridad

El caso de Ávila fue debido a "circunstancias ajenas al sistema corporativo establecido en los centros e instituciones sanitarias de la Gerencia Regional de Salud", por lo que la pérdida de pruebas "no es consecuencia de falta de medidas necesarias de seguridad", puesto que sí que las había y eran "proporcionadas".

Sáez ha explicado al detectarse los cinco discos, se hicieron copias de seguridad, se revisaron a diario las alertas y se procedió a la recuperación de imágenes extraviadas.

Como dijo cuando salió el caso a la luz, el consejero ha restado importancia y su efectivos asistenciales fueron limitados, ya que los profesionales sanitarios "ya habían visualizado las imágenes" y se mantenían los informes escritos del 98 por ciento de los estudios no convencionales realizados por los especialistas en radiodiagnóstico.
Sólo ha se ha solicitado la repetición de 43 resonancias magnéticas y de 12 TAC, mientras que las reclamaciones de los pacientes han sido 11.

El importe de la indemnización exigido a la empresa es de 93.125,63 euros, cifra que supone el coste de la repetición de las pruebas diagnósticas y el de la recuperación de las imágenes (81.783,90 euros).

Por otra parte, la calificación de infracción grave por parte de la Agencia de Protección de Datos, "no requiere ninguna medida correctora", según el consejero, que ha destacado como "se han implantado medidas y razonable y previsiblemente éstas pueden contribuir a que dicha circunstancia no se reitere".