El hecho se produjo el 29 de agosto en el kilómetro 38,500 de la carretera CL-505, entre Ávila y la Comunidad de Madrid.

El vehículo realizó un adelantamiento a un camión con remolque en una zona prohibida, indicada con señales de prohibido adelantar en ambos lados de la calzada, y delimitado con una línea longitudinal continua, al tratarse de una curva con reducida visibilidad y cambio de rasante.

En sentido contrario circulaban otros vehículos, que tuvieron que efectuar maniobras evasivas hacia el margen derecho para evitar una colisión frontal. El conductor de una motocicleta se salió de la calzada por el lado derecho.

El Grupo de Investigación (Giat), del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil, ha identificado el vehículo dos meses después del hecho, y al conductor se le considera responsable de un presunto delito contra la seguridad vial, consistente en la conducción temeraria con manifiesto desprecio para la vida de los demás, poniendo con concreto peligro la vida de las personas, y originando grave riesgo para la seguridad vial.

Tras haber finalizado la instrucción de diligencias, el autor del hecho ha quedado citado para personarse ante la autoridad judicial.

La Guardia Civil ha recordado que el Código Penal, en su artículo 380, establece que "el que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años".