Más de una hora ha estado declarando J.F.G., natural de Madrid, pero muy vinculado a Nava de Arévalo, donde sus padres tienen una casa, y de donde era la víctima.

Según fuentes de la Fiscalía, el detenido no sólo no ha mostrado arrepentimiento sino que ha afirmado que fue la mujer quien cogió un cuchillo mientras discutían y se hizo unos cortes, antes de que él le pusiera la zancadilla. Al caer al suelo, ella se cortó en la cara y, en ese momento, le pidió que la matara, según ha declarado.

El supuesto homicida, según estas fuentes, ha intentado convencer a las partes de su argumento y, al final de la declaración, ha roto a llorar, antes de preguntar por sus dos hijas, que se encontraban en el domicilio cuando se produjo el asesinato, y una de ellas lo presenció.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Arévalo ha decretado para él el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza, y será investigado por un delito de homicidio-asesinato en el ámbito familiar. Tras la declaración en la mañana del sábado, ha sido trasladado al centro penitenciario de Segovia, donde ha ingresado a primera hora de la tarde.