La subdelegada del Gobierno, María Ángeles Ortega, ha explicado "fue la propia víctima" la que alertó del hecho, a lo que siguieron llamadas de vecinos de la mujer, en un edificio de la calle del Cedro, de Arévalo.

Cuando Policía, Guardia Civil y Servicios de Emergencia llegaron "desgraciadamente sólo pudieron certificar el fallecimiento" y comprobaron "que la había degollado". Se encontraba tendida en el suelo y con abundante sangre.

En el momento del homicidio se encuentraban en el domicilio las dos hijas de la pareja, de cuatro y dos años de edad.

El presunto autor del delito, J.F.G., de 32 años, natural de Madrid, ya no residía en la misma vivienda, y había acudido a ver a las hijas. El hombre "iba muchas veces a verlas" y ella "estaba siendo flexible" con las visitas a las niñas, ha explicado la subdelegada.

No había denuncias de la mujer, pero sí "un altercado, una pelea, que no se denunció", ocurrida este año, según ha señalado Ortega.

De las pequeñas se ha hecho cargo la familia de la mujer y han recibido el apoyo de los Servicios Sociales de la Junta y de la Diputación.