El templo, que se consagra el sábado (12 horas), puede acoger hasta 400 fieles en sus bancos, casi el doble de los que ahora podían seguir los actos litúrgicos en el salón parroquial habilitado como iglesia desde el año 2000, y que se había quedado pequeño con el tiempo.

La eucaristía de consagración del nuevo templo parroquial estará presidida por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, acompañado del párroco, José Luis Retana.

Con una entrada distinta a la habitual, por la calle Profesor José López Aranguren, la nueva iglesia cuenta con una gran torre acabada en una cruz, que podrá verse iluminada de noche. Modernos ábsides, techos de madera, vidrieras que dan color al templo a primera y última hora del día e iluminación led en las paredes laterales interiores son elementos que destacan en el templo.

Al entrar en la iglesia se ve una gran cruz luminosa de la que pende un Cristo de tres metros de altura, al que acompaña en el presbiterio una talla de la Virgen con el Niño en brazos.

La parroquia cuenta con una capilla dedicada a San Pedro Bautista, dedicada a los bautizos, en la que se sitúa una talla de madera de nogal macizo, obra de Elena González, donada a la parroquia por la Cofradía de San Pedro Bautista, de San Esteban del Valle, cuyo patrono es este santo.

Accesibilidad
El edificio es accesible porque cuenta con bucle magnético para personas con problemas de audición y puedan seguir las celebraciones a través de su audífono, y porque toda la planta se encuentra al mismo nivel, lo que permite el acceso de personas con movilidad reducida hasta el mismo altar, con lo que no tendrá problema en participar, por ejemplo, como testigos o padrinos en una boda.

El suelo cuenta con diferentes texturas para que las personas ciegas reconozcan las zonas de bancos, el pasillo central y el altar.

Pequeña capilla
Por otra parte, dispone de una pequeña capilla para el uso diario, con capacidad para un centenar de personas, además de un salón de usos múltiples en los bajos del edificio.

Desde el Obispado se ha destacado que la financiación de la construcción ha sido posible "gracias a las donaciones voluntarias", tanto de fieles de la misma parroquia como de fieles abulenses en general, así como la colaboración de distintas instituciones de la diócesis, como asociaciones, fundaciones, parroquias y colegios.

De este modo, "se han evitado los préstamos bancarios y no ha existido financiación de instituciones públicas".