Con este motivo, García Burillo ha presidido una misa de acción de gracias en la iglesia episcopal de San Ignacio, que ha servido también para abrir el nuevo curso para los trabajadores de la Curia Diocesana, a los que el prelado ha agradecido su labor.

Han asistido los 11 arciprestes de la diócesis, varios vicarios y sacerdotes. El obispo ha contado que poco antes le había llamado monseñor  Victorio Oliver, el obispo que le consagró como auxiliar en 1998 para felicitarle por su aniversario.

García Burillo ha resumido palabras del papa Francisco en su alocución a los nuevos obispos: "que la misericordia llegue a todos los rincones, hasta las Iglesias locales (...) porque si nos dejamos empapar de la misericordia del Padre, nuestra vida, nuestro trabajo verá reflejada esa misericordia".