La Policía detuvo infraganti a una joven de 25 años, E.C.A., cuando se encontraba en el interior de un domicilio al que había entrado a robar a finales de agosto.

La propietaria del piso recibió un aviso de alarma en su móvil, en el que se alertaba sobre una intrusión en su domicilio. Tras llamar al 091, los agentes acudieron al domicilio y detuvieron a la mujer, que resultó ser una vecina con la solía bajar a las zonas comunes del edificio con sus hijos pequeños.

Precisamente, esa tarde la detenida había acudido a la piscina comunitaria  con la propietaria del piso robado. Con la excusa de tener que ir al baño, se ausentó del lugar y dejó a la hija al cuidado de la víctima, momento que aprovechó para entrar en la casa con la intención de robar.

La detenida, con numerosos antecedentes, se había hecho amiga de la víctima aprovechando que ambas tienen hijas con edades similares para, una vez ganada su confianza y en un descuido, coger las llaves de la vivienda y hacer una copia que utilizaba.

Con la llave accedía al piso y sustraer dinero, joyas, décimos de lotería o incluso ropa de la niña. Todos esos efectos fueron recuperados en el registro practicado en el domicilio de la detenida.

Tras haber denunciado tres robos similares en el mes de agosto, la familia afectada había decidido instalar un sistema de alarma, que el que propició el aviso de la entrada en la cada por cuarta ocasión.