El parque que lleva su nombre acogerá este homenaje en el que se leerán diversos documentos relacionados con su obra y su vida.

Senador por la Real Academia de Medicina entre 1905 y 1907, en el acto también se repasará la historia del parque, con especial referencia a sus antecedentes y orígenes, así como a las especies arbóreas más singulares que contiene.

De igual manera, se darán algunas referencias a los restos del exconvento de la Santísima Trinidad y de las desaparecidas Paneras del Rey, que estuvieron situadas en el entorno de este parque.

El padre de Juan Ramón Gómez Pamo (Arévalo, 29 agosto 1846) fue un farmacéutico de prestigio en este municipio.

Gómez Pamo realizó sus estudios superiores en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central con la calificación de sobresaliente en todas las asignaturas y, en 1866, obtuvo la misma calificación y premio extraordinario en la licenciatura. Dos años después, recibió el título de doctor también con premio.

A los pocos meses de licenciarse fue premiado por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid con mención honorifica por los servicios prestados en la epidemia de cólera de 1865.

En diciembre de 1871, el Claustro de la Facultad de Farmacia le nombró Profesor auxiliar de la asignatura de ‘Ejercicios prácticos de reconocimiento de materia farmacéutica vegetal y determinación de plantas’ y, en 1884, fue elegido académico de número de la Real de Medicina.

Falleció el 7 de noviembre de 1913 y, en 1946, con motivo del centenario de su nacimiento, Arévalo le reconoció como hombre de ciencia e hijo predilecto, colocando una placa conmemorativa en las dependencias del Ayuntamiento y dando su nombre al parque principal de la ciudad.

En la calle Santa Isabel de Madrid luce una placa conmemorativa que dice así: “Al sabio catedrático de Farmacia y académico de la Real Academia de Medicina Exmo. Sr. Dr. D. Juan Ramón Gómez-Pamo”. Al maestro, gloria de la ciencia, los farmacéuticos españoles en el 1er centenario de su nacimiento. 1846-1946.