El lobo "sigue causando estragos en la cabaña ganadera", ya que los últimos datos de la Junta muestran que el número de siniestros en los seis primeros meses del año se ha multiplicado por dos respecto a 2015, con la provincia de Ávila que "sigue siendo una de las que sufre con mayor virulencia" los efectos de los cánidos.

“La Consejería de Medio Ambiente lleva registrados 126 ataques de lobo -que acabaron con 299 animales- y 40 de perros, con 65 cabezas de ganado muertas", que son "unas cifras muy superiores a las registradas el año pasado por la Junta, cuando a 31 de julio había contabilizados 84 siniestros, entre lobos y perros, con 222 ejemplares muertos".

“Los ataques de lobos al ganado, que empezaron de manera esporádica y puntual, se han ido intensificando, sin que el Gobierno regional haya tomado conciencia de la necesidad de adaptarse a la nueva situación”, ha dicho Caro, quien ha recordado el compromiso de los socialistas con los ganaderos afectados, “tal y como se demostró el pasado mes de febrero con la creación de un grupo de trabajo en las Cortes de Castilla y León para proponer soluciones a este problema y acelerar las cuestiones pendientes”.

Según las organizaciones agrarias, las pérdidas en Castilla y León por este motivo han sido de ocho millones de euros en el último lustro, con alrededor 4.000 reses muertas en los últimos años.