El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado este viernes estas instalaciones que busca producir 30.000 toneladas de astilla clasificada al 18 por ciento de humedad en su primer año de funcionamiento, para continuar aumentando la producción hasta las 80.000 toneladas.

La planta de astillado y secadero de astilla supone una inversión de 3,5 millones de euros y ha generado ocho puestos de trabajo directos y medio centenar indirectos, vinculados a la extracción de madera.

Cuenta con 11.610 metros cuadrados y 5,5 MW de potencia y se ubica en el paraje conocido como Dehesa de Pazos, donde cuenta con una instalación de 11.610 metros cuadrados de plataforma en terrenos del ayuntamiento de Mombeltrán, de los que aproximadamente 5.000 metros cuadrados corresponden a la nave de producción de astillas de madera.

Planta piloto
La firma impulsora del proyecto ha elegido esta zona por considerarla “una de las mejores ubicaciones de España”, ya que se encuentra en un entorno de clima continental y “más de seis millones de potenciales clientes” en un radio de 150 kilómetros, incluyendo Madrid.

Así, la de Mombeltrán es la planta piloto para la construcción de una red de fábricas con capacidad de en torno a 80.000 toneladas anuales en cada una de ellas situadas muy próximas a los centros de producción de biomasa y con un consumo que se produzca en un radio máximo de 150 kilómetros.

La planta está preparada para un funcionamiento continuado de 24 horas al día, con 70 días de paro anuales para labores de limpieza y mantenimiento, y el personal necesario se compone de un encargado, dos oficiales y dos peones, que harán los turnos en función de la demanda estacional y los periodos de tarifa eléctrica, además del resto de personal de dirección y administración.