En cada una de estos altares se ha hecho estación con actos de ofrenda al Santísimo en una procesión que ha partido de la Catedral, en una misa donde la homilía del obispo, Jesús García Burillo, ha estado dedicada a modo de catequesis al más del centenar de pequeños que han tomado la primera comunión en las últimas semanas, y que han puesto color a la mañana.

La comitiva ha hecho el primer alto ante la Palomilla, donde ha instalado el engalanado altar la Archicofradía de Nuestro Padre Nazareno Jesús de Medinaceli, bañado de coloridos pétalos.

La segunda parada de de la procesión ha sido ante la iglesia de San Ignacio de Loyola, en la plaza Teniente Arévalo, donde como fondo del altar ha permanecido el paso de Semana Santa dedicado a la Última Cena -en el que Jesús instituye la eucaristía-, de la mano del Patronato de la Santa Vera Cruz.

El último de los altares recibió a la procesión en la calle Caballeros, en la parte de atrás de la iglesia de San Juan, preparado por la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, con la una pequeña virgen de esta advocación y con una auténtica alfombra vegetal de lavanda.

La música de la festividad del Corpus ha estado a cargo del Coro Gregoriano de La Santa, que ha sonado en la eucaristía; y de la Banda El Amarrado, al comienzo de la procesión, y de la Banda de Música Ciudad de Ávila, al final del desfile. VER FOTOS DE LA PROCESIÓN DEL CORPUS.