Según UCCL, con las dos reses heridas se ha gastado casi tanto como valen sin haber recibido ninguna indemnización. El último ataque se produjo el miércoles en el paraje Prado Grande, en la Sierra de la Paramera, y a la novilla le faltaban cinco meses para parir, y con una edad de 20 meses tenía un valor superior a los 700 euros.

El ganadero, Antonio Hernández Varas, se encontró el jueves el cadáver, en el que también habían continuado comiendo los buitres, según han acreditado los técnicos del Servicio Territorial de Medio Ambiente. El animal tuvo permanecer tapado con una lona hasta que se personaron los peritos de Agroseguro para poder indemnizar al ganadero, ya que sí disponía de seguro.

En la última reunión del Comité Técnico de Seguimiento del Plan de Conservación y Gestión del Lobo de Castilla y León, celebrada a comienzos de septiembre, se conoció que hasta aquella fecha se habían producido este año en la provincia de Ávila entre 65 y 75 cabezas de ganado mayor muertas, y entre 180 y 210 cabezas de ovino y caprino.