Según la dirección del Banco Ceiss, integrado en la actualidad en Unicaja, en la reunión se ha querido evidenciar el “absoluto compromiso” para alcanzar un acuerdo, por lo que ha planteado medidas de flexibilidad interna para “reducir el impacto de la reestructuración y atenuar sus consecuencias”.

Estas medidas contemplan desde recolocaciones en empresas del grupo o en terceras empresas, movilidad geográfica, modificación de las condiciones de trabajo para el ahorro de coste y también la extinción del contrato de personas que, por su edad, tienen más fácil acceso a una jubilación próxima (jubilaciones anticipadas).
 

Por su parte, los representantes de los trabajadores también ha presentado unas propuestas que serán analizadas y valoradas por la empresa de cara a la próxima reunión, que tendrá lugar la semana que viene.

Una vez finalice este proceso, según Banco Ceiss, “finalizaría la reestructuración” de la entidad, para “alcanzar la senda de la rentabilidad sostenible”, que es “necesaria para garantizar el futuro de su presencia en Castilla y León”, además de “continuar ofreciendo un servicio de cercanía” a sus clientes.

La desaparición de los servicios centrales con sede en León, Salamanca y Valladolid, además de las oficinas de Madrid, se llevará por delante 541 puestos de trabajo y otros 579 trabajadores serán de la red de oficinas.