"Es uno de los territorios esenciales de mi niñez", ha expresado Alicia García, para definir la Semana Santa abulense como "una experiencia única que conjuga espiritualidad, belleza y emoción", por lo que ha llamado a acudir a una ciudad que se convierte en la "Jerusalén castellana".

"Luz, imagen, hermandad, emoción y sentimiento" son elementos que conforman la pasión en una tierra que "siempre tuvo vocación de mística y santa", y en la que los visitantes quedarán "marcados por una experiencia única" que "conjuga espiritualidad, belleza y emoción".

Escenario único

La ciudad es "un escenario único" para estos días, en el que Ávila es "capaz de fundirse en perfecta comunión con los protagonistas, para conformar escenas vibrantes y sentidas, que merecerán admiración y sobrecogerán almas y espíritus".

"No sé exactamente desde cuándo, pero la Semana Santa de Ávila constituye uno de los territorios esenciales de mi niñez", ha manifestado, a la vez que ha recordado especialmente momentos de aquel tiempo, como la procesión del Miserere y el encuentro del Domingo de Resurrección, "en la que siempre será mi parroquia, la Sagrada Familia".

La Semana Santa es "una referencia inexcusable de lo que soy y de los valores esenciales que me permiten explicarme como persona y como creyente", ha añadido.

Internacional

Tras señalar que la celebración se encuentra declarada de interés turístico internacional, con 14 cofradías, patronatos y hermandades en 15 procesiones y 6.000 participantes, ha repasado cada uno de los desfiles.

Entre ellos ha citado a Gerardo Diego, Miguel Delibes y unos versos populares, y ha destacado el encuentro del Lunes Santo como "uno de los momentos más esperados y queridos para muchos abulenses", la procesión de Los Pasos con la imagen del Cristo de los Ajusticiados y el Vía Crucis de la madrugada del Viernes Santo.

La consejera ha recibido la distinción de la Semana Santa abulense, tras recordar que ya la había pregonado otros años en Valladolid y Madrid. A la vez que se han entregado los premios del concurso de fotografía -cuyas obras pueden verse en el Palacio de los Verdugo- un reconocimiento a Julio César Martín Caballero por su contribución a las publicaciones de la Junta de Semana Santa.