El último Registro de Diálisis y Trasplante Renal de Castilla y León, que recoge datos de 2014, señala que había ese año 170 pacientes renales en diálisis peritoneal domiciliaria, un 13,6 por ciento del total en diálisis, mientras que la media nacional se situó en el 11,3 por ciento.

Los datos, recogidos por el Grupo de Apoyo al Desarrollo de la Diálisis Peritoneal (GADDPE), suponen un incremento en los últimos cinco años de pacientes, lo que ha implicado un “ahorro de más de 680.000 euros” en dicho periodo para el sistema sanitario regional, además de “mejorar la calidad de vida y la situación clínica de muchos pacientes”.

Esto se debe -han explicado- a que el tratamiento en hemodiálisis de un paciente es “14.000 euros más costoso” que el de diálisis peritoneal domiciliaria, además de las “ventajas” que para la calidad de vida ofrece esta técnica, según indica el Documento Marco sobre Enfermedad Renal Crónica (ERC) elaborado por el Ministerio de Sanidad.  

Entre los beneficios de la diálisis peritoneal, el grupo ha destacado una “mejor calidad de vida” para el paciente, al otorgar “mayor autonomía” y permitirles mantener la vida laboral activa, pues es un tratamiento que se realiza en casa.

Mejor supervivencia

También la diálisis peritoneal proporciona “excelentes resultados clínicos” y muestra la “mejor supervivencia” como modalidad inicial de diálisis.

Sin embargo, y  a pesar del porcentaje medio de utilización de diálisis peritoneal domiciliaria en la región, “existe aún mucha desigualdad” de uso entre las diferentes áreas de salud de Castilla y León, ya que mientras que Soria o El Bierzo (León) no llegan al 2 por ciento, en otras, como Ávila, León o Palencia, superan el 20 por ciento de pacientes en diálisis peritoneal del total de diálisis.

En el caso de Ávila, en 2014, se registraron 17 pacientes en diálisis peritoneal, frente a los 59 de hemodiálisis.