Con el nombre de operación Fuentevieja se llevó a cabo la investigación desde noviembre contra dos puntos de venta, sobre todo de cocaína, cuya actividad ilícita era desarrollada diariamente por dos varones no nacionales y con residencia habitual en la localidad.

La cocaína era introducida en Arévalo a través de una mujer con residencia habitual en la localidad madrileña de Morazarzal, que a su vez adquiría los estupefacientes a través de dos hombres  extranjeros. Éstos disponían de un punto propio de venta en la misma localidad.

A su vez, parte de la droga recibida por los distribuidores de Arévalo era vendida después a un hombre, que la hacía llegar a  Juarros de Voltoya y localidades cercanas.

Los detenidos son seis, que estaban dedicados a diario y exclusivamente, a la venta de la droga, sin contar con actividad laboral remunerada, ya que subsistían económicamente de los beneficios obtenidos por el desarrollo de la actividad ilícita.

En los registros practicados se intervinieron 158 gramos de cocaína compacta con un porcentaje de pureza elevado, con la que se hubieran obtenido más de 1.300 dosis; diez papelinas de cocaína preparadas para su distribución y venta; 15,5 gramos de hachís; un arma eléctrica prohibida Taser; un  arma blanca prohibida; 1.451 euros procedentes de la venta de la droga; nueve teléfonos móviles; una tableta; mMedicamentos para adulterar las dosis de la cocaína y así aumenta el beneficio económico; diverso material para elaboración y distribución de la droga; anotaciones haciendo referencia a las deudas acarreadas por los consumidores; y dos cajas de caudales.

La operación ha sido dirigida en el ámbito penal por la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Arévalo, y ha estado en manos del Equipo Territorial de Arévalo y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila.