Acompañado de Adolfo Suárez Illana, pasadas las 14 horas llegó a la Catedral, donde a la puerta le esperaba el obispo, Jesús García Burillo, y el deán del templo catedralicio, José Luis Retana.

La visita, al lugar donde se encuentra enterrado Suárez y su esposa desde marzo de 2014, ha durado un cuarto de hora. A la salida, Rajoy se ha fundido en un abrazo con el hijo de Suárez antes de marcharse.

Allí nada más había una decena de personas, entre ellas una mujer que le ha dado una voz con un deseo: "que los santos de nuestra catedral te protejan".