La propuesta ha dejado al aire el debate sobre las diputaciones que está en el candelero en la precampaña electoral, no sin algún punto de tensión. El pleno ha durado casi tres horas con siete propuestas.

La moción muestra el apoyo a "la pervivencia de todos los municipios actualmente existentes en la provincia, manteniendo su singularidad e identidad, sin perjuicio de las fórmulas de colaboración voluntaria entre ellos que puedan plantearse en el futuro".

También se ofrece el respaldo a "la existencia de las diputaciones como instituciones necesarias en el apoyo y asistencia a los municipios, como mejores garantes de la accesibilidad de servicios públicos adecuados para sus vecinos y como elementos imprescindibles en el proceso de redistribución de fondos públicos para mejorar la cohesión territorial".

Se expresa el "apoyo presente y futuro a todas aquellas medidas tendentes a la mejora de los servicios a los que puedan acceder los vecinos de los municipios rurales de la provincia".

Así, se pide al Gobierno que, "en cumplimiento de la Constitución, garantice que toda persona tiene derecho a residir en cualquier municipio, por pequeño que sea, del territorio de Castilla y León", y la defensa de las diputaciones como "estructuras territoriales básicas del Estado, que garantizan la prestación de servicios públicos iguales y de calidad a los vecinos del mundo rural".

Contra el municipalismo
En la argumentación, el texto planteado por el PP recuerda que en España "existen diversas formaciones políticas que plantean en sus programas electorales medidas contrarias a estos principios municipalistas y constitucionales".

El portavoz de IU, Santiago Jiménez, ha votado en contra y ha pedido a la Diputación que debe "dar la batalla" cuando haya que presentar alegaciones a la ordenación territorial de la Junta, mientras que el portavoz de UPyD, Carlos Moral, ha calificado a las diputaciones como entidades "anacrónicas, redundantes y superfluas" y ha abogado por "simplificar la administración".

El portavoz de Ciudadanos, Alberto Becerril, ha acusado a PP y PSOE, porque "se han ido cargando los municipios" y ha lamentado que la Diputación dedique su mayores recursos a mantener su estructura. mientras el portavoz socialista arremetió contra el líder nacional del partido naranja.

Rubén Arroyo, portavoz de Trato, ha acusado al PP de "electoralismo" y de ir contra los municipios con la reforma local, para calificar la propuesta de "hipócrita". A esto el portavoz del PP, Juan Pablo Martín, le ha dicho que "mayor hipocresía" es "estar ahí sentado" si no quiere que existan las diputaciones, que definido como "imprescindibles", ante lo que Arroyo ha precisado que lo quiere Trato es "cambiarlas" "y evitar la manga ancha",

Tensión
Un momento de tensión en el debate se ha vivido cuando el portavoz del PP ha citado nombres de presidentes de de distintas diputaciones, algunos condenados y otros denunciados, ha incluido en la lista -ha dicho- a "Agustín Topamí González". En este punto, el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, le interrumpió y le instó a no insultar "a nadie", y menos a un presidente que ha sido de la institución.

Arroyo le contestó que así era "como se le conocía en la calle" y no era un insulto, mientras que el presidente le pidió sin éxito que lo retirase.

Más tarde, en una propuesta del PSOE en defensa de los municipios, su portavoz, Jesús Caro, calificó de demagogo al líder a Albert Rivera, por lo que el portavoz de esta formación pidió al presidente el mismo trato que en el caso anterior. Sánchez Cabrera aclaró que no era insulto.

La moción socialista ha pedido "la pervivencia de los 248 municipios" de la provincia abulense y que los partidos que proponen fusionar municipios concreten cuales. Aquí IU se unió a PP y PSOE, y votaron en contra los otros tres diputados. Becerril destacó que ellos desean "fusionar" la gestión administrativa.