Asaja ha denunciado que esta finca ha visto cómo los lobos han acabado este año con 24 animales, mientras que el año pasado tuvieron, por la misma causa, 26 animales muertos y 11 desaparecidos.

La situación hace que los ganaderos comiencen a “desesperarse” por la expansión del lobo en el territorio y lo “indefensos” que se encuentran, pese a adoptar “todas las medidas” que están en sus manos, como dotarse de perros mastines para vigilar el ganado.

Por ello, la organización agraria ha pedido a la Junta de Castilla y León que asuma su responsabilidad sobre el lobo y “tome medidas” que sirvan para “proteger a los ganaderos”, que continúan asumiendo los daños que ocasiona el lobo “ante la desidia y pasividad” del Gobierno regional.