Lo ha dado a conocer ante los periodistas en una convocatoria urgente en la que ha insistido, emocionado en dos ocasiones, que dejar la actividad pública después de 28 años es "una decisión personal e intransferible" tras "una larga meditación", que adoptó en febrero, cuando comunicó a su empresa que volvería al puesto de trabajo que dejó en excedencia hace 20 años.

Habló de su marcha el 10 de febrero en una larga conversación con el presidente del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el 7 de julio, en Valladolid, le contó la decisión a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.

"No necesito de la política para vivir, tengo vida al margen de la política", ha manifestado. Sanz, que era gerente de una mutua de accidentes laborales para Ávila y Segovia cuando fue elegido senador en 1995, y que ya sabe que en enero regresara al trabajo en Madrid.

Muy dolorosa

Tras anunciar el 11 de septiembre que en el congreso provincial del PP a finales de 2016 no aspiraría a ser reelegido, ha insistido que la decisión de no querer concurrir de nuevo a un cargo público -después de cinco legislaturas en el Senado- nada tiene que ver con "lo que pasó en junio", en referencia al golpe de mano de Jesús Manuel Sánchez Cabrera para alcanzar la presidencia de la Diputación frente al candidato oficial del Partido Popular, situación que ha calificado como "muy dolorosa".

En todo caso, cree que siempre habrá "mentes calenturientas y malvadas" que piensen que abandona ahora por lo ocurrido en la Diputación, que ha terminado con una suspensión de un año de militancia para su promotor, cuando podría haber sido de hasta cuatro.

Ofertas

Sanz ha manifestado que bien podía haber seguido en la actividad política: "me han pedido que me quede y me han hecho ofrecimientos importantes".

En las últimas horas ha hablado con diversos responsables del partido, como el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que le ha dicho -poco antes de la rueda de prensa-  "medítalo". También había conversado la misma mañana con el exministro Ángel Acebes y ha recordado al presidente honorífico del PP, Feliciano Blázquez; a Juan José Lucas; José María Aznar y Mariano Rajoy.

Su comparecencia ante los periodistas ha sido escuchada, situados en la última fila, por el diputado Sebastián González, y por el senador y ex-alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto.

Al ser preguntado si su marcha supone una regeneración del partido ha dicho: "¿qué es regeneración política, ser un desleal?". Han sido palabras dirigidas hacia Sánchez Cabrera, porque así es como calificó el acto del presidente de la institución provincial.

"Aunque no hubiera pasado [el golpe de mano], aunque fuéramos a sacar tres diputados, me hubiera marchado", ha dicho para recalcar que la decisión la había adoptado con anterioridad.

Nuevas Generaciones

Sanz, de 56 años, empezó en Nuevas Generaciones, donde fue presidente provincial y presidente regional. En el Ayuntamiento fue elegido concejal, en la oposición, en 1987 con Ángel Acebes al frente -"éramos unos pipiolos", ha dicho- y luego fue teniente de alcalde, siendo edil durante 12 años, alternando algunos con el escaño de senador, al que llegó en 1995, y donde ha permanecido hasta ahora.

Al hacer balance, ha mostrado "satisfacción por haber colaborado" con dos gobiernos del PP y por "el deber cumplido". "He puesto mi granito de arena" , ha señalado a la vez que ha mostrado su "permanente agradecimiento" al partido: "si me dicen que haga el pino, hago el pino".

Sanz ha recordado los grandes apoyos recibidos por el PP en la provincia, pero también los momentos en que compañeros del partido fueron asesinados por ETA.

Por otra parte, ha hablado de dedicarse a la actividad política los fines de semana -"esto me gusta más que a un tonto un lápiz"- al margen de su trabajo, y ha dicho que así tendrá tiempo para dedicarlo a su familia, al deporte, a su colección de postales y a los seis cuadernos de apuntes sobre su trayectoria política.