Datada entre los siglos I y II, que se transformó en una casa señorial en el siglo IV y después se convirtió en lugar de culto, en la casa se desarrolla la décimotercera campaña, que se desarrollará hasta septiembre, y que lleva a los siete miembros de la empresa Foramen, encargada de los trabajos, a excavar en una superficie de 300 metros cuadrados.

Se trata de una zona situada junto a la que ya se excavó el año pasado. Aquí, se encuentra el complejo de los baños (‘balnea’) y, hacia el este, una serie de estructuras anteriores en el tiempo, algo que, desde el punto de vista histórico, puede resultar “muy interesante” por los datos que puede dejar al descubierto.

Muro de cierre
Además, en esta zona, el año pasado, se encontró el muro de cierre caído “de forma ordenada”, lo que posibilitaría conocer el alzado de la villa situada en una finca de 15.000 hectáreas denominada El Vergel, que la Diputación adquirió, por 24.000 euros, en el año 2005, cuando se descubrió, en una tierra destinada al cultivo, el hallazgo.

Desde entonces, en las diferentes campañas, que han supuesto una inversión de más de medio millón de euros, se han excavado ya 3.500 metros cuadrados, “sólo de la parte urbana”, ha indicado la Diputación de Ávila, porque la finca contiene, además, almacenes y una necrópolis, entre otros elementos.

Lugar de culto
Entre los secretos que las diferentes excavaciones han ido descubriendo, se encuentran tesoros como varios mosaicos casi intactos, no sólo geométricos sino también figurativos, como el que representa el mito de Meleagro y el jabalí de Calidón, en casi perfecto estado de conservación y del que sólo existe en España uno con este mismo motivo, expuesto en el Museo de Burgos.

También el año pasado, adosada a un largo pasillo que comunica todas las habitaciones, se encontró una sala con planta de cruz griega, que podría estar asociada a un edificio de carácter religioso y alrededor de la que se fueron disponiendo tumbas monumentales, cubiertas con grandes lajas de granito.

Este hallazgo dio la pista a los arqueólogos de que la villa romana pudo transformarse en un lugar de culto que fue evolucionando con los siglos, hasta el punto de haber encontrado aquí tumbas de diferentes épocas: tardorromana, visigoda y también de la época de la repoblación.

De hecho, en la actualidad, la villa romana de San Pedro del Arroyo se encuentra junto a la iglesia y el cementerio de la localidad, lo que vendría a reforzar esta idea.

Tal es la importancia de estos restos arqueológicos, que la Junta de Castilla y León diseña un proyecto de musealización sobre ellos, y en febrero incoó expediente para declarar la villa bien de interés cultural (BIC).