En la sede de Mosén Rubí de la exposición en la capital abulense, el secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, ha explicado que la elección es una "decisión compartida" con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, y que ha dado conocer coincidiendo con la festividad de San Agustín, patrón de la localidad zamorana de 9.300 habitantes, donde se ha anunciado en la misa celebrada por este motivo.

Jiménez ha dicho que tras esta elección ahora debe esperar a la "colaboración" con que cuenten entre las instituciones zamoranas y toresanas para que "participen en la viabilidad económica", por lo que en las próximas semanas habrá reuniones para comprobar "su viabilidad". Parece garantizada, ya que poco después, en Toro, su alcalde, Tomás del Bien, recibía con satisfacción la nominación, que data del mismo año en que se celebró la muestra en la capital zamorana, la única en esta provincia hasta el momento.

En caso contrario, Jiménez ha dicho que la fundación cuenta con un "listado muy amplio" de localidades que han pedido acoger la exposición, tres de ellas de Palencia, dos de León y Soria, y una de Segovia, Salamanca, Burgos y Valladolid. La localidad que contaba con más posibilidades era la segoviana de Coca.

Criterios

Los criterios para la elección de sedes son "siempre los mismos", según ha explicado el responsable de la Fundación, basados en el patrimonio y las infraestructuras, y que supone para las localidades elegidas "un movimiento importante" turístico y económico. Jiménez ha destacado de Toro su historia y que se trata de "una ciudad bellísima".

Ha recordado que tras el ciclo programado de cuatro sedes (Medina del Campo y Medina de Rioseco, Oña, Arévalo y Aranda de Duero), y la exposición "extraordinaria" en Ávila con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, no ha detallado más previsiones de futuras sedes, debido a que el comienzo de una nueva legislatura "siempre conlleva retrasos", por eso sólo se fijado Toro.

Tras 20 años ediciones en 27 años, Jiménez ha destacado que la exposición es un "referente como modelo de actuación sobre el patrimonio, dándolo a conocer, restaurándolo, estudiándolo y actualizándolo", además un elemento "impulsor de la identidad de un pueblo, de una comunidad y de una Iglesia".