Los trabajos de limpieza se hacen en calles, jardines y huertas, zonas que quedaron anegadas fruto de la tromba de agua. También en el cauce del arroyo, todavía con arena en algunas zonas el domingo por la mañana.

Un secadero de jamones que quedó inundado ha sido uno de los daños más importantes de la tormenta, que dejó muros derribados o un gran contenedor desplazado del lugar en que se encontraba.

Valoración
Cuando se valoren los daños, el teniente de alcalde de Muñogalindo, Juan José García, no descarta que se solicite la declaración de zona catastrófica para la localidad.

El presidente de la Diputación, José Manuel Sánchez Cabrera, ha dicho que los daños son "cuantiosos", y ha anunciado que exigirá a la Confederación Hidrográfica del Duero la limpieza de cauces de ríos y arroyos, lo que podría materializarse en un convenio de colaboración.

Otras riadas
Algunos de los vecinos más veteranos del pueblo han recordado otras dos inundaciones ocurridas en Muñogalindo en anteriores décadas, pero no con tal fuerza: "hubo dos muy gordas, pero ninguna como ésta". Haciendo memoria apuntaron a que se produjeron en los años sesenta y en 1975.

La zona más baja ha sido la más perjudicada. La riada llegó de la parte alta del término municipal, de donde procede el arroyo Garoza. El agua se desbordó del arroyo provocando la inundación mientras que el puente sobre el río se atascó por el material arrastrado.

Efectivos de Diputación
La Diputación ha puesto a disposición de los municipios afectados por las inundaciones en el Valle Amblés 16 operarios y material pesado para la limpieza de las zonas afectadas; dos palas, una niveladora, dos retroexcavadoras, una pala telescópica, una barredora minicargadora, tres camiones y dos góndolas.  

El equipo humano y material de la institución provincial se centra en la limpieza de puentes, cauces, calles y caminos, con el objetivo de restablecer la normalidad en los pueblos afectados.