Según la Guardia Civil, el primero de los robos se produjo el 22 de julio, cuando los jóvenes, de nacionalidad rumana, pidieron ver una habitación. Cuando se encontraban en la habitación, el chico dijo que bajaba a la recepción, aunque la recepcionista envió a una empleada, que se encontró al joven con una tableta y un monedero en la mano.

El joven huyó tras dar un empujón a la empleada y una patada al gerente, que salió a ver qué pasaba ante el ruido que se estaba produciendo, y comprobaron, además, que faltaba una pequeña caja fuerte del interior de un armario.

La menor fue retenida por el personal del hotel, pero el joven huyó en un vehículo hacia Salamanca. No obstante, la Guardia Civil recuperó la caja fuerte, con su contenido, en las inmediaciones del hotel y, tras identificar al joven, le detuvieron al día siguiente.

Gasolinera
También al joven se le imputa un delito de hurto de 320 euros en una gasolinera de Arévalo, que se habría producido una hora y media después de lo ocurrido en el hotel.

La menor ha sido puesta a disposición de la Fiscalía de Menores y el joven ha pasado a disposición de la autoridad judicial.